FLORENCE AND THE MACHINE - RESEÑA CASE

Los días de los perros han terminado, Florece nos lanza su amenaza, que corramos por lo que más queramos que no vayamos, dejando todo atrás, si queremos sobrevivir, impresionante voz la que nos intimida, violencia para intimidarnos y cierta gentileza, lentitud para decirnos lo más crudo de todo, maldita diríamos, y de nuevo nos ataca y nos dice fuera, que acabo tu tiempo, somos perros.

En el video clip que está más abajo, vemos a la muchacha segada, con un buen trapo, en medio de un bosque y payasos celebrando con ella, locos, después de haber ganado una batalla, euforia y mucha escarcha.

Florence enloquece, como si estuviese exorcizándose, harta de culpa, amargura, errores, harta de no hacer nada y lo dice lo saca todo, se libera y después  grito de placer, recién se podrá levantar, y disfrutar de la vida, como en el videoclip, sin aguantarse de nada, solo vivir sin pensar en lo que hace, saltando y moviendo su falda roja sin razón solo ligereza del que no le importa nada, disfrutar la fiesta, y modelar triunfalmente, vestida de blanco, rostro tranquilo.

Nuevamente ciega, con la diferencia que, alguien causa su ceguera, detrás de la sombra de alguien, está en la oscuridad, sin lunas ni estrellas, ni sol, ni día, sin ver posibilidad ni un amanecer que le marque el reinicio, alguna vez esas estrellas salieron de él, pero ahora él también está en la oscuridad y la hundió a ella… miserable, aunque trata de regresar recordando aquellas estrellas decide quedarse junto a él… ¿Por qué? Estúpido amor.

En el videoclip vemos la figura del foco, como corazón, un foco viejo y manchado, y ella encerrada, haciendo sus descontrolados movimientos como de costumbre, vestida de negro (dominada, delirante) y de luces, manteniéndose consiente, tratando de hallar salida, se prende y apaga el foco, ¿auxilio?

Somos seres vacíos, y en eso, una voz, nos invita a despertar de esta realidad, que salgamos de nuestras tumbas y enloquezcamos, la invocamos y podremos brillar, y no tendremos más miedo, una deidad que nos muestra el camino divertido de nuestra vida, Florence and the machine ofreciendo todo para que las personas sean otras, nos dicen aburridos, tal vez no se equivocan. Pero esto es efímero, hay que rezar y ponerse serios, y cuando todo acabe volvamos al luto, pero tú nos salvaras, y de nuevo seremos otros fuera de nuestras tumbas.

Nosotros los que estamos acostumbrados a ver a Florence siempre pegada al piso retorciéndose, nos debe haber sorprendido que este toda diosa, y diciéndonos invócame y dejaras de hacer aburrido. En fin vemos en un primer plano escenas de ballet y después (ya invocada), descontrol; una doble de Florence, diciéndonos que tenemos dos facetas, quizá. Todo en un ambiente muy sombrío, con bailarines alabando a Florence, y finalmente tirada en el piso, ya cumplió.

Florence and the Machine, con estilos y patrones muy marcados y comunes en sus canciones, sin embargo cada canción es impresionante y más aún con la potente voz de Florence que le aporta demasiado , excelente cantante, sin miedo a gritar cuando se debe, y The machine, igualmente rescatable todo el trabajo musical, Florence nos muestra muchas de sus facetas, la más común la chica gritona, atareada por amor, tirada en el suelo ; Algunos podrían decir que es más común en ella, todo lo que tenga que ver, con ser un alma libre, libre de opresiones, capaz de disfrutar su vida al máximo, además de sus canciones de desamores naturalmente.

En conclusión una loca que le gusta divertirse y moverse por todo sitio “alma libre”. Lo cierto es que las personas ya están tan acostumbradas a como es ella que aun así estuviera ebria en un concierto no se notaría (comprobado), encantadora.

CARLOS ANTONIO SALAS ESCOBAR