RESEÑA PARA UN CASO ESPECIAL: RAISING SAND, DE ROBERT PLANT Y  ALISON KRAUSS

Del año 2007, un caso especial:

Robert Plant, de Led Zeppelin, y Alison Krauss, la Primera Dama del Bluegrass –con 27 premios Grammy en su haber–, juntos bajo la dirección de T. Bone Burnett (responsable de la banda sonora de O Brother, y pieza clave para la producción de bandas como Counting Crows y The Wallflowers), nos ofrecen con Raising Sand mucho más que nuevas versiones de grandes temas del Folk, Blues, Country y el R&B, un trabajo a todas luces excepcional.

Basta oírlo una sola vez para caer en cuenta: no siempre los duetos dan tan buen resultado, y pocas veces un álbum, cualquiera sea su género, aporta tanto a partir de material ya existente. Se debe, claro, a la forma particular de sus interpretaciones. Estas, sí, son ricas en juegos al ataque de cada nota, pero también en silencios, pausas… que dejan sentir con claridad el estado de gracia serena en que se produjo la obra completa. Esto no quiere decir que nos encontremos ante un desfile de temas a cual más tranquilo, ni hablar: solo la auténtica serenidad permite jugar con elementos aparentemente tan dispares, atreverse sin temor a errar, con la seguridad que resulta –tal es el caso– en un álbum verdaderamente variado, de gran riqueza.
Los trece temas elegidos por Krauss, Plant y su productor pertenecen a artistas de estilos diferentes: Tom Waits, Sam Philips, Townes Van Zandt, Gene Clark, los Everly Brothers, e incluso al mismo Plant, de su producción aparte junto a Jimmy Page. Cada uno de estos músicos resulta brillantemente homenajeado.

Cosa de silencios, también, decía en un principio. No nos encontramos ante una carrera de lucimientos con dos voces dando a lo más alto en par indivisible… Armonía es mucho más que eso, lo que queda demostrado –y de qué manera– con esta colección: buen número de temas se reparten para una apropiación particular de cada voz por separado; otro tanto revela un singular balance cuando ambos vocalistas interpretan a la vez. Una vez más, gracia.
El disco desarrolla una atmósfera a la par cálida y refrescante, y podría decirse, quizá, que se deba, sobre todo, al aporte de Krauss tanto a nivel vocálico como instrumental, pero el encanto de su voz y su violín no surtiría el mismo efecto sin la magia de Plant. Aunque a priori podríamos afirmar de él que no tenía ya más nada que demostrar, con este trabajo, en efecto, ha llevado su carrera post Zeppelin –de por sí, hasta el momento, destacable– a un nuevo nivel, y lo ha conseguido a través de la mesura, o digamos, para ser más fieles a su espíritu, del desgarro en la medida justa.

Por otra parte, es notable el acompañamiento en la guitarra de Marc Ribot y del mismo T. Bone Burnett, además del de Jay Bellerose en la batería, Dennis Crouch con el bajo acústico y Riley Baugus al banjo.

Más que un disco de covers, de un tributo, o un álbum a dos voces, mucho más que una multipremiada producción (ganadora de dos premios Grammy: a mejor álbum del año y mejor álbum Folk contemporáneo), Raising Sand es una celebración de lo esencial en la variedad, un auténtico viaje de 57 minutos, 13 segundos… que cualquier melómano agradecerá.

  

JUAN PABLO TORRES MUÑIZ

Escribir comentario

Comentarios: 0