TAKE ME TO CHURCH - HOZIER - RESEÑA CASE

Take me to church, una de sus canciones más conocidas, si es que no la primera, donde entre exageraciones y una lluvia de sentimientos, no sé si resentidos, nos cuenta lo que puede sentir un homosexual, en el vídeo vemos a una banda de homofóbicos, ciertamente ridículos, desde el momento en que aparecen con sus caras cubiertas, mirada atemorizante, perfectos héroes delincuenciales. Por otro lado notamos una cierta burla a la iglesia, resentimiento, cierto desprecio, e ironía; “Take me to Church”, no a tu iglesia, a la mía donde no hay dogma y yo la comando, y dice:

 

Take me to church 
I'll worship like a dog at the shrine of your lies 
I'll tell you my sins and you can sharpen your knife 
Offer me that deathless death 
Good God, let me give you my life.

 

Si me llevas a esa Iglesia, seré un perro, como ya lo he sido tratado, y seré hipócrita con tu dios, y esperare el cuchillo y la muerte, no me importa, y rezo por morir; solo le falta una carcajada al final y estaría perfecto; no le teme a dios y se burla de él sin cuidado, lo considera un maldito, quizá.

Y sigue:

The only heaven I'll be sent to 
Is when I'm alone with you 
I was born sick, but I love it 
Command me to be well 
Amen. Amen. Amen

 

Ni se preocupa por alcanzar la salvación, ya la alcanzó, desde admitió estar enfermo y le encanta estarlo, que así sea. Si quieres inténtalo, sáname, a ver si puedes, condéname. Su único dios es su libertad al estar con él.

Seguimos:

If I'm a pagan of the good times 
My lover's the sunlight 
To keep the Goddess on my side 
She demands a sacrifice 
To drain the whole sea 
Get something shiny 
Something meaty for the main course 
That's a fine looking high horse 
What you got in the stable? 
We've a lot of starving faithful 
That looks tasty 
That looks plenty 
This is hungry work

Soy el pagano que admira lo que ve, el sol, y haré todo por ella, me librare y de mí sacare lo real, lo mejor, lo que más me gusta y deseo, dese ahora lo quiero.

Ni maestros ni reyes cuando el ritual inicia
No hay inocencia más dulce que nuestro sutil pecado 
En la demencia y sustento de esa triste escena terrenal
Sólo entonces soy humano
Sólo entonces soy puro
Amén. Amén. Amén.

 

 

Nadie nos detendrá, sin importar quien sea, porque somos inocentes, en nuestra condena, y se a lo que me someto, a la estupidez humana de algo que no pueden admitir que no es ajeno a nuestra especie, soy realidad, no soy como tú, falso, condenado, encasillado, yo soy puro.


CARLOS ANTONIO SALAS ESCOBAR

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